El rol oculto de las identidades privilegiadas

En el mundo digital actual, la gestión de accesos y privilegios se ha convertido en una pieza clave para proteger la seguridad de las organizaciones. Esto se refleja en los requerimientos específicos de la mayoría de las normativas del sector, que exigen controles adecuados para la gestión y gobierno de identidades.

De forma general, se distinguen dos tipos de cuentas:

  • Identidades generales: cuentas que permiten realizar tareas habituales con roles, perfiles específicos dentro de las aplicaciones permitidas para cada usuario.
  • Identidades privilegiadas: cuentas con permisos privilegiados que ofrecen control sobre recursos críticos como sistemas, configuraciones, bases de datos o servicios esenciales.

Aunque ambas son necesarias para operar, las identidades digitales implican un riesgo mucho mayor, ya que suelen ser el  objetivo principal de los ciberataques.

¿Por qué son tan críticas?

Diversos estudios del sector han revelado que más del 80% de los incidentes graves de seguridad (incluyendo robo de información y parálisis operativa) involucran el mal uso, secuestro o abuso de cuentas privilegiadas.

Estas cuentas pueden permitir:

  • Acceder a información confidencial
  • Modificar configuraciones críticas
  • introducir accesos persistentes para futuros ataques

Uno de los errores más comunes es la falta de visibilidad y control sobre estas cuentas. En muchos entornos, no se sabe con claridad quién tiene acceso privilegiado, cuándo se utilizan, ni bajo qué condiciones. Además, prácticas como compartir contraseñas o reutilizarlas en distintos sistemas facilitan la tarea de los atacantes una vez dentro. 

Un riesgo que requiere acción estratégica

Sin una estrategia robusta de gestión de identidades y accesos (IAM), las organizaciones quedan expuestas a brechas tanto internas como externas.

Soluciones como Privileged Access Management (PAM) e Identity Governance & Administration (IGA) permiten reducir estos riesgos significativamente, ofreciendo:

  • Visibilidad sobre quién accede a qué
  • Auditoría y trazabilidad constante
  • Control automatizado de permisos y uso de privilegios

Según analistas, una implementación adecuada de estas soluciones puede reducir más del 95% de los riesgos asociados al uso indebido de accesos privilegiados.

No obstante, el reto no es únicamente tecnológico. Para que estas soluciones tengan impacto real, es necesario un enfoque transversal, con el compromiso de TI, seguridad y liderazgo ejecutivo.

En Xkale te acompañamos con una mirada estratégica y práctica para fortalecer tu ciberseguridad sin complicar la operación.

Subestimar la gestión de identidades privilegiadas puede tener consecuencias serias.
Este tipo de accesos mal controlados compromete no solo la seguridad de la información, sino también la continuidad operativa y la reputación corporativa.

Fortalecer su gestión no es una medida reactiva, sino una decisión estratégica para construir entornos digitales más seguros, resilientes y confiables.

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